Morgan no quiso hacer nada malo ese día. En realidad, ella quería hacer algo bueno. Pero su acto bondadoso desembocó en una tragedia mortal. Para seguir adelante, Morgan debe aprender a perdonar, primero a alguien que hizo algo imperdonable y también a ella misma.
Pero ella no consigue hacerlo. Ni siquiera puede ir más allá de la puerta del apartamento que comparte con su madre y su hermano pequeño. Morgan se siente como si estuviera bajo el agua, incapaz de salir a la superficie. Incapaz de ver a sus amigos. Incapaz de ir a la escuela…
Cuando parece que ya no puede contener la respiración por más tiempo, un adolescente aparece en el apartamento de al lado. Evan le recuerda el aire salado del océano y las sensaciones que solía tener cuando nadaba. Él podría ser lo que ella necesita para reconectarse con el mundo exterior.
Morgan tiene diecisiete años y
hace unos meses sufrió una experiencia tan traumática que ahora la simple idea
de salir de su casa le provoca un ataque de pánico. Ha tenido que renunciar a
sus amigas, a las clases en el instituto, a la natación… y, en definidas
cuentas, a su vida. Tiene miedo y se siente culpable porque está convencida de
que algo que hizo con la mejor intención fue el desencadenante de aquella terrorífica
tragedia.
Los que me conocen un poquito ya
se estarán imaginando que Bajo el agua tenía muchas papeletas
para gustarme por el tema que trata. Pero eso también puede ser algo en su
contra, ya que me vuelvo un poco más exigente con este tipo de libros que con
los demás. Sin embargo, en este caso, ha sido una lectura de esas que dejan
huella.
La novela está narrada en primera
persona por Morgan y el modo en el que nos cuenta su historia me ha parecido
muy acertado porque no nos suelta todo de golpe, sino que nos va ofreciendo
pequeñas migajas del presente y el pasado, que poco a poco nos van permitiendo
entender qué es lo que la ha llevado a encontrarse en esa situación tan
angustiosa.
Una de las cosas que más me han
gustado es el modo en el que Marisa
Reichardt trata tanto el problema de Morgan como su proceso de
recuperación. Para mí, es fundamental que en este tipo de libros la visión de
los trastornos mentales sea natural, es decir, que se aleje de la idea de que
las personas que los padecen están locas. Y en este caso se ha hecho muy bien.
No solo se insiste en la normalización e importancia que tiene pedir ayuda
cuando se necesita, sino que la evolución de Morgan resulta creíble, pues no se
idealiza, sino que tiene sus subidas y bajadas como en la vida real.
En el polo opuesto está el inicio
de la relación de Morgan con Evan. El interés casi obsesivo que ella muestra
nada más conocerlo me chocó un poco y me pareció demasiado precipitado. Sí que
es cierto que después el asunto se frena un poco y al final me convenció, sobre
todo por lo que él tiene que confesarle en un momento dado.
Los personajes secundarios están
muy bien definidos y se nos presentan con sus propios contextos e historias
pasadas, que explican su carácter, el modo en el que se comportan y cómo
influye esto en sus relaciones con Morgan.
Como apunte para los lectores un
pelín quisquillosos (como yo), debo advertiros de que la traducción contiene
vocabulario y expresiones propias de Latinoamérica. Una vez que te metes en la
historia ya ni te das cuenta, pero reconozco que al principio, sobre todo al no
saberlo de antemano, me chocaba un poco. (Estuve un rato pensando que los
personajes eran escoceses, no os digo más, jaja).
En resumen, Bajo el agua me ha
gustado mucho. Cuenta una historia realista, que por desgracia está a la orden
del día (especialmente en EEUU), pero que nos deja abierta una puerta enorme
que conduce hacia la esperanza, hacia las buenas personas y hacia el perdón en
letras mayúsculas.
—Opinión de Inés Díaz Arriero—
Bueno pese a lo que comentas del libro creo que no es mi tipo de lectura, por esta vez no me lo apunto porque estoy más metida en otras temáticas.
ResponderEliminarBesos =)
Muchisimas gracias por tu opinion y nos alegra que si te dejara huella.
ResponderEliminarUn saludo
Se nota que has disfrutado con esta lectura, pero no termina de llamarme esta vez.
ResponderEliminarBesotes!!!