PIELES, primer largometraje como director de EDUARDO CASANOVA, ha sido seleccionada por el Festival Internacional de Cine de Berlín – Berlinale – para la Sección “Panorama” de su 67ª edición.

La película está protagonizada por Jon Kortajarena, Carmen Machi, Candela Peña, Ana Polvorosa, Macarena Gómez, Secun de la Rosa, Joaquín Climent, Carolina Bang, Ana Mari Ayala, Mikel Godoy e Itziar Castro. Podéis descargar el teaser poster de PIELES en nuestro área de descargas de prensa. 

Nadie elige cómo nace, la forma física nos condiciona para con la sociedad, lo hayamos o no elegido nosotros. 

PIELES es la historia de gente físicamente diferente que, por ese motivo, se han visto obligado a esconderse, recluirse o unirse entre ellos. 

Poder estrenar PIELES, mi primera película, en la Berlinale me hace tremendamente feliz. Uno de los festivales más importantes del mundo por el cual han pasado tantos genios que han formado parte de mi vida y han provocado en mí el deseo de dirigir cine, de rodar PIELES. 

PIELES es una película libre, en lo formal y en el contenido, gracias a los mejores productores que jamás podría imaginar, que me han permitido ser absolutamente libre en cuanto a las decisiones artísticas se refiere. 

PIELES para mí era una necesidad, una obligación para con los que alguna vez nos hemos sentido deformes, diferentes, extraños en un mundo muy extraño. Estrenar en la Berlinale hace que esto tenga sentido, hace que la necesidad se vea resarcida. El cine es para mí la causa y la solución de todos mis problemas, imprescindible y complementario. A los 12 años comencé a trabajar como actor en la famosa serie de TV “Aída”. Durante los 11 años que duró la serie en antena, hice cine y teatro con maestros a los que admiraba. Prácticamente todo el dinero que ganaba como actor lo invertía en dirigir mis propios proyectos. (Fumando Espero, Amor de Madre, La Hora del Baño). El arte siempre debe tener una finalidad estética, y aunque la estética es basura si no hay un buen guión, siempre he intentado mantener un equilibrio entre esos dos gigantes. Ese trabajo de ponderar me ha llevado a conseguir un sello personal que, con sus mil errores y aciertos tiene una coherencia. La mezcla del melodrama y el terror gore, Billy Wilder y los principios de Cronnenberg, peluche rosa y deformes, cámara en mano en un set en que parece que han vomitado chicle, mujeres de grandes cardados al estilo Waters con conflictos maternofiliales, mal gusto, preciosismo, feísmo, monocroma, realismo estético. Mezcla. La mezcla es lo único que hace evolucionar y a mi me queda mucho por mezclar, mucho por evolucionar y mucho por dirigir”.