A consecuencia de la crisis, Teresa Mendieta, una mujer atractiva pero incapaz de encontrar el amor, tiene que cerrar el exclusivo hotel que regenta en la Costa Brava: una casa de principios de siglo, situada en lo alto de un acantilado e íntimamente unida a su pasado y al de otra mujer, Elizabeth Babel, que vivió en ella cien años antes.
Cuando, al poco tiempo de cerrar el hotel, Teresa desaparezca sin dejar rastro, alguien se empeñará en componer el puzle de su vida. Será entonces cuando las cartas de Elizabeth, una mujer muda, aislada de los demás, que se encuentra a sí misma a través de la escritura, adquieran su verdadero significado.
La esgrima, las recetas de cocina, los amores prohibidos, la soledad y el miedo al abandono, pero también la fuerza de la complicidad y el deseo de saber, atraviesan la vida de dos mujeres que nunca se conocieron, pero comparten un mismo destino.
Cuando aparecen los hombres, es un libro que me gustaría guardar para mi misma, ser un poco egoísta y no compartirlo con nadie, que sea mi pequeño secreto, no contarlo a nadie, sobre todo a ningún lector.
Pero por otra parte, quiero gritar a los cuatro vientos, que libros como este solo aparecen una vez en la vida, que lo tenéis que leer, y no me habléis hasta que la palabra "fin" no aparezca.
Un libro con tres protagonistas femeninas que son: valientes, decididas, que no pertenecen a su tiempo.
Mujeres llenas de contradiciones, pero magnificas, son espíritus libres cada una a su manera.
Una historia que se cocina a fuego lento, y ese fuego lento, lo enciende Elizabeth, para continuar con la madre de Teresa, para terminar con esta tercera protagonista.
Este libro no es un drama al uso, tampoco es una historia alegre, es simplemente la vida, pero la vida narrada con gran maestría, con gran delicadeza, con gran acierto.
Deseas coger la vida de estas tres mujeres, de los tres personajes y empaparte, intentar ponerte en su piel, intentar vivir su vida en tu mente, aunque como lector, ya formes parte de este mundo.
Marian Izaguirre, es una autora asombrosa, es lo que yo llamo una autora con mayúsculas, la gente que aún no ha leído nada de ella, se está perdiendo a una premio Pulitzer si viviese en Estados Unidos, a una Goncourt si viviese en Francia...
Es una novela donde el mar, es un gran protagonista, es el protagonista con mayúsculas, aunque al principio no nos queramos dar cuenta.
Pero el mar lleno de furia, el mar en calma, el mar en la distancia, siempre es el mar.
El mar como cura, el mar que te hace llorar lágrimas saladas.
A su vez, es un libro lleno de secretos, secretos que se esconden dentro de una caja de membrillo.
Es un libro donde el tiempo es importante, aunque parezca que este pasa rápidamente.
Cuando aparecen los hombres, me ha quitado el aliento, cuando he cerrado la tapa, me he estremecido y al mismo tiempo me ha hecho esbozar una tímida sonrisa.
Marian Izaguirre, escribe sobre tres desconocidas, tres desconocidas que conforme vas pasando las páginas, ya son amigas nuestras, son confidentes.
Aunque tengo que confesar que no es fácil llegar a conocer a ninguna de ellas, aunque Teresa y Elizabeth, una por sus silencios y la otra por no haber podido hablar a tiempo de lo que ocurrió, callan.
La madre de Teresa, es un caso aparte, alguien a quien intuimos que pensaría, pero como vive en su mundo, y es demasiado egoísta para compartirlo con el lector, pues desconocemos casi todo de ella, aunque cuando esta hace su aparición en escena, como lectora te preguntas ¿Quién aparecerá de nuevo en la casa? ¿Qué personaje sera?
Una casa/hotel que ha callado demasiado, sus muros no pueden hablar, pero las historias si pueden cobrar fuerza.
Adoro a esta autora y creo que este ha sido su mejor novela hasta la fecha, su pequeña gran obra maestra, porque espero que tras esta novela, siga enamorándome.
Y aunque la deja abierta para los que queramos continuarla en nuestra mente, y para los que no tengan imaginación cerrada, me gustaría que continuase, me gustaría saber más de Teresa, que la ha motivado para volver a un lugar que jamás regresaría, aunque ya se que todas las respuestas están dadas, pero me gustaría escucharlo de sus labios.
Si este libro fuese un torneo de esgrima, Marian Izaguirre ,ganaría la medalla de oro, hace tiempo que no leía una novela tan redonda
Se ha conocido en una de mis novelas de cabecera.
Realmente te ha gustado, se nota. Yo aún no he leído esta última novela, pero todo lo que escribe Marian Izaguirre me fascina. Como bien dices, Marian relata la vida. Hechos cotidianos que con su hermosa prosa convierte en sublimes. Soy, o intento ser, escritora y me inclino con reverencia ante esta gran autora.
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