Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida.
Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean. ¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
Paperback, 544 pages/Published March 1st 2016 by Destino/ Agradecimientos a la editorial
Ni el mismísimo Stephen King se ha atrevido a crear un personaje como Ted, tan lleno de luz como de oscuridad y tan impredecible como el final de un libro que no quieres que termine.
Empiezas a leer ignorando lo que te vas a encontrar, a ciegas, pero con una sensación de inquietud que se apodera de ti lentamente.
Saboreas las primeras páginas como si alguien te estuviese observando a través de una ventana, porque conforme avanza la novela, te sientes protagonista de la misma porque necesitas saber que esconde "La última salida"
Visualmente este libro es fantástico, está tan bien detallado y tan bien descrito que pasa todo frente a ti como si tú fueses un animal que escucha un ruido y se queda quieto para ver que sucede y aunque avances o te vayas alejando, de vez en cuando mires hacia atrás.
Algunos escritores intentan meter "flashbacks" pero fallan en este recurso que me encanta y adoro y que pienso, particularmente que puede aportar a la novela lo que Federico Axat aporta, que es que todas las piezas del ajedrez que están sobre el tablero y que la partida que ya está siendo jugada, en cualquier momento el que tenga que mover la pieza que es en este caso Ted, sepa cual tiene que tocar para regresar de nuevo al presente.
La ambientación que cambia según el estado de animo de nuestro protagonista es una pista o algo en lo que debéis de fijaros en un primer vistazo, aunque no os va a decir nada pensaréis que está delirando, pero es en la tercera parte de "La última salida"cuando notaréis un click y todo empezará a cuadrar.
Es verdad que en las primeras páginas vas a ciegas, pero conforme se va haciendo la luz, la disfrutareis con los cincos sentidos: El olor a mar, el sonido de una risa, el tacto de una pieza de ajedrez y el sabor de la libertad que se va deslizando de tu mano lentamente para volver a aferrarte.
Los recuerdos en este libro son importantes, cuando no hay esperanza te agarras a ellos como sino hubiese un mañana, aunque no sepas de donde salen, siempre aparecen cuanto menos te lo esperas.
En una novela coral como es "La ultima salida" es fácil no encariñarse con el protagonista pero también con los personajes que entran y salen, menos con uno, pero ese lo descubriréis vosotros mismos.
Una novela con una calidad literaria abrumadora, lo bueno poco abunda en estos lares literarios pero "La última salida" es tan brillante como el bañador que más se ve a distancia y aplaudo por como está escrita, ojalá se apostasen más por tramas de esta clase y personajes tan complicados como Ted.
Creo que "La última salida" creará escuela y pienso o en mi fuero interior quiero que sienta precedentes para que nazca un nuevo genero que se llame axiatlocura.
Tiene muy buena pinta!! Me lo apunto!!
ResponderEliminarLo tenía apuntado ya, que pinta muy bien y tiene buenas opiniones =)
ResponderEliminarBesotes
Me ha llamado mucho la atención, me lo apunto!
ResponderEliminarUn beso.