-Antes que nada me gustaría agradecerle que me conceda esta entrevista para mi medio
De nada. Gracias por la invitación :)
- ¿Qué le prometieron de pequeño y que nunca se cumplió? ¿Lo sigue esperando lo ha cumplido ese sueño?
Mis padres no me prometieron nada que no pudieran cumplir, ni tampoco nada que no fuera realmente importante. En ese sentido, tuve mucha suerte. Se sacrificaron mucho para que mis hermanos y yo tuvieramos la mejor educación posible (y no solo hablo del colegio). Esta novela, de hecho, va dedicada a mi madre, mi primera maestra.
Otra cosa son las "promesas" de la sociedad que nos rodea, de los políticos, las corporaciones, los medios de comunicación, los anunciantes. Esos mensajes de felicidad, de democracia, de libertad, de bienestar que nos rodean y que se canturrean día y noche en los jingles publicitarios, o que te sobresaltan en una ventana emergente del browser. Compra esto y serás feliz. Vótanos y todo irá mejor. Ya, ya...
- ¿Por qué sigue habiendo esos estereotipos sobre las nacionalidades? ¿Cree que es uno de los factores que impiden a los demás ver a algunos países realmente como son, no como unos pocos nos lo han pintado?
En la psicología, es un fenómeno bien conocido, que tiene que ver con la forma en la que funciona el cerebro humano. El mundo es infinitamente complejo, mientras que el cerebro es limitado. Clasificamos el mundo en categorías, en conceptos que son útiles, aunque son siempre aproximaciones que no se corresponden perfectamente con la realidad --que es siempre mucho más compleja, y además no deja de cambiar. Vemos el mundo a través de un filtro de etiquetas que simplifican y distorsionan la realidad --el "maya" ilusorio del que hablaban los antiguos hindúes.
Cuando cuento a la gente que tengo pareja de Sicilia, la broma suele ser "--uy, entonces tengo que tener cuidado contigo". O "¿no será de corleone?". Pero asociar Sicilia con la mafia es como asociar a España con la siesta. Sí, la siesta existe. De hecho Cela la llamaba el "yoga ibérico". Pero hay más cosas en España que la siesta. Y por otro lado, la siesta se practica también en otros países. Tanto es así que, según las estadísticas más recientes, la siesta se practica más, hoy en día en alemania que en España. Pero vete a contárselo a un alemán.
¿Hay mafia en Sicilia? Sí, claro, es un problema gravísimo. Pero Sicilia es mucho más que eso. Es una isla con playas de aguas cristalinas y montañas boscosas, campos de naranjos y olivos, y un volcán que esta misma semana ha dado un espectáculo de lava, humo y rayos que ha sido portada de los periódicos en todo el mundo. Tiene una historia turbulenta y fascinante, que ha quedado reflejada en su increíble legado arquitectónico, artístico, cultural y culinario. Fue ahí donde Arquímedes gritó su "Eureka" y donde Goethe se quedó tan encantado que la definió como la clave que definía a toda Italia. Es el lugar, mil veces conquistado, que luego conquistó el mundo con su pasta, su pizza y su gelato.
Y sí, fue también donde nació "Cosa Nostra". Pero hay que tener claro que la mayoría de los sicilianos son víctimas del crimen organizado, igual que la mayoría de los españoles somos víctimas de fenómenos que, los llamemos o no mafiosos, lo son en la práctica. En estos años, hemos visto levantarse construcciones faraónicas, con dinero público, que no servirán para nada, excepto para enriquecer a los dueños de ciertas constructoras y a los políticos que sobornaron. Hemos visto degradarse nuestra democracia con jueces inhabilitados y periodistas cesados por investigar estas tramas. En Sicilia, cualquiera se encogería de hombros y diría, "eh... mafia". Pero aquí no, porque Coppola ya nos contó que la mafia viene de Corleone...
El crimen organizado está en todas partes, incluso en lugares tan aparentemente inmunes a ellos como Alemania. Como cuento en mi novela, ese país, en el corazón de Europa, es precisamente un paraíso para el crimen organizado. Aunque parezca ficción. Porque al final, la mafia se nutre de las débilidades humanas: el deseo y el miedo. Y éstas son universales.
Afortunadamente, también hay personas heróicas, en Sicilia y en todas partes, que luchan por la justicia y la verdad. Giovanni Falcone no fue menos Siciliano que Toto Riina.
- ¿Existe en realidad alguien que sea tan feliz?
Los estudios de la psicología positiva comienzan a arrojar algo de luz sobre este tipo de cuestiones. No hay duda de que hay alguna gente más feliz que otra, y que hay formas de aumentar (y también reducir) la felicidad de las personas. También entendemos cada vez mejor las variables que más afectan estos cambios. Los más importantes tienen que ver no con el dinero o los factores externos (clima, educación, belleza física) sino con factores internos como el optimismo, la gratitud o el sentido de la vida.
Volviendo a tu pregunta... ¿Tan feliz como quién? ¿Como mi personaje Lisa Vogel? Creo que sufre sus altibajos como cualquiera, aunque mediante el yoga comienza a aprender a controlarlos, o al menos a aceptarlos. ¿Como su maestra de yoga Swami Radha? Radha está basada en una persona real, Matthieu Ricard, un monje tibetano que durante años ha dedicado varias horas al día a la meditación --como muchos otros monjes de diversas tradiciones espirituales. El prestigioso neuropsicólogo Richard Davidson, de la Universidad de Madison, al introducir a Matthieu Ricard en una máquina de resonancia magnética, comprobó que tenía un nivel de activación en el lóbulo prefrontal izquierdo (asociado con las emociones positivas) mucho más alto que cualquier otro sujeto que hubiera testado jamás. La revista Time, entre otros medios, le sacó en portada como "el hombre más feliz del mundo". Y Davidson ha demostrado en varios experimentos que personas normales asignadas aleatoriamente a un curso de meditación de ocho semanas ya muestran una actividad significativamente mayor en esa zona del cerebro. O sea que es posible aumentar la felicidad. Pero no basta con comprar el último modelo de iPad para conseguirlo. Hay que trabajárselo diariamente.
- ¿El 90% de las cosas se mueve por dinero?
En absoluto. El dinero no mueve casi nada. Que se sepa, solo mueve el deseo de un puñado de millones de criaturas llamadas homo sapiens, en un planeta más bien pequeño, en un sistema solar al borde de una galaxia entre muchas otras. No afecta en absoluto la expansión del universo, ni el funcionamiento de los agujeros negros, ni el girar de los astros, ni siquiera las erupciones volcánicas o las mareas del oceano de su propio planeta. Sin embargo, dentro de la frágil y finísima capa de atmósfera de esa roca en medio del espacio, el efecto del dinero sobre los deseos humanos, añadido al creciente poder tecnológico de su especie, acaba moviendo bastantes cosas. Incluso comienza a alterar la composición de la propia atmósfera, con efectos potencialmente catastróficos para toda su biosfera, incluido el propio ser humano. Afortunadamente, hay otras cosas que también mueven la voluntad humana. Creo que homo sapiens aún está a tiempo de salvarse a sí mismo.
- ¿Cree que aunque se llegue a tener una vida perfecta, está seguirá sin convencerte? ¿Se pedirá más y más?
La felicidad (ya lo decían los filósofos de la antigüedad, y lo corrobora la ciencia) no tiene que ver con obtener los elementos de "una vida perfecta". La realidad es cambiante, y por lo tanto lo que tienes hoy, lo puedes perder mañana. Y peor aún. Como bien dices, el ser humano se suele acostumbrar a lo que tiene, y entonces pide más.
Algunas de las sociedades más felices (según las encuestas) tienen muy poco en cuanto a bienestar material. Por ejemplo, los Amish (que rechazan los motores y la electricidad), los Masai (que viven en casas hechas de estiércol), o los Inuit (comunmente llamados "esquimales", que viven en uno de los climas más hostiles del planeta). Lo cual no significa que el dinero no dé la felicidad. Da mucha felicidad, pero sobre todo a quienes no tienen suficiente para alimentarse, para cobijarse, para cubrir las necesidades más básicas de la vida. Luego sigue dando felicidad, pero cada vez menos. La alegría que da una subida de sueldo no dura mucho. En los últimos 50 años, el bienestar material se ha multiplicado en todas las sociedades industrializadas, pero el nivel de medio de felicidad no se ha inmutado. Los multimillonarios son ligeramente más felices que la media, pero no son más felices que los Masai o los Inuit.
Por lo tanto, si quieres ser más feliz, lo mejor que puedes hacer es aprender a agradecer lo que tienes, a disfrutar de lo bueno y aceptar lo malo. La meditación es un gran entrenamiento, en ese sentido.
- ¿La tecnología nos programa más de lo que debería?
La tecnología puede ser maravillosa, pero el poder que nos otorga supone también una importante responsabilidad. Debemos aprender a dominarla, y para eso debemos aprender a dominar nuestros propios impulsos. Y no digo solo a escala individual, sino a escala social y global.
No es la tecnología la que nos programa, sino el sistema económico y social que nuestra civilización ha ido construyendo poco a poco a lo largo de los siglos, guiada sobre todo por los individuos y organizaciones más poderosas, evidentemente.
La alarma suena el lunes por la mañana, y te arrastras de la cama impulsado por la necesidad de pagar la hipoteca, y por la adenalina que circula por el cuerpo pensando en todas las citas y fechas tope de la semana, ya programadas en el calendario virtual de la nube que luego va activando alarmas en tus varios dispositivos.
El problema no es la tecnología en sí. Pero puede ser un problema si es la máquina la que nos domina a nosotros. Si no puedes evitar chequear el email cada cinco minutos. Si te tomas la "deadline" realmente como un asunto de vida o muerte. O si no puedes estar quieto en tu casa, o en el metro, o en un semáforo, sin abrir el Facebook o el Twitter. Mas a gran escala, la tecnología se convierte en un problema cuando lo usan las élites para reforzar y aumentar su propio bienestar, como suele suceder, incluso en detrimento del bienestar de los demás.
- ¿Diría que a todo nos acostumbramos tarde o temprano?
A todo no. Pero el ser humano es mucho más resiliente de lo que solemos imaginar. Las desgracias nos traumatizan menos, y durante menos tiempo, de lo que solemos pensar. Lo cual es bueno. Pero por otro lado, los golpes de suerte (ganar la lotería, conseguir un trabajo deseado, casarse con la persona deseada) también suelen tener un efecto emocional menos intenso y duradero de lo que esperamos.
Sin embargo, si trabajamos nuestra atención, nuestra curiosidad, nuestra capacidad para estar aquí y ahora (de eso trata el yoga, entre otras disciplinas espirituales), podemos volver a entusiasmarnos por una puesta de sol, un sorbo de agua, una sonrisa. Y también a ser más conscientes de los problemas realmente graves que debemos solucionar.
- "Yoga a la Siciliana" para la gente que lo desconozca ¿Para que es el antidoto?
Me gustaría que fuera el antídoto para esa enfermedad de creer que todo está perdido. Que el individuo no tiene un impacto sobre el mundo que le rodea. Que el mundo es como es, y no podemos cambiarlo.
- ¿Qué tiene de real y que tiene de ficción la historia de Elisabetta?
En este libro, me he basado en muchas historias que he escuchado en Sicilia, de personas que he conocido a lo largo de los últimos veinte años, y también de casos que he leído en la prensa y en libros sobre esa isla fascinante y atribulada. Probablemente, las partes de la historia que más desafían la credibilidad son precisamente aquellas, las que realmente tuvieron lugar. El personaje de Elisabetta, a la que nunca conocemos, pero cuya historia se va revelando a lo largo de la trama, también está basada en varias mujeres sicilianas reales. En definitiva, casi todo lo que le sucede, le ha sucedido a alguien.
- ¿Cree que cuando volamos fuera del nido o estamos fuera de casa, es cuando crecemos, es cuando realmente mostramos en realidad de la pasta de la que estamos hecho?
Sin duda es un momento importante de crecimiento, de mayor libertad, que implica al mismo tiempo una mayor responsabilidad. Dicho esto, creo que "la pasta de la que estamos hechos" la vamos demostrando en cada momento. Toda fase de la vida conlleva sus desafíos y sus oportunidades. Lisa Vogel en este libro escapa de su entorno para intentar huir de sus problemas. ¿Y qué sucede? Que sus problemas le persiguen, y además se topa con otros. Pero va aprendiendo a lidiar con ellos.
- ¿Cómo fue crear el personaje de Lisa? (medio alemana e italiana, sin perder la esencia mediterranea que tenia escondida)
Inicialmente, me interesaba explorar la identidad siciliana desde un punto de vista externo, para que el lector o lectora pudiera descubrir ese insólito mundo junto con la protagonista. Y pensé que sería mucho más interesante que la protagonista fuera de una cultura lo más alejada posible. La alemana me pareció la más interesante, sobre todo porque los alemanes, al igual que los sicilianos, tienen una identidad un tanto "estigmatizada" --se les asocia con el nazismo con la misma rapidez, e injusticia, que a los sicilianos con la mafia.
Por el mismo motivo, no quería que esta profesora de yoga fuera una convencida del "new age", sino más bien una yogui casi a su pesar, que va descubriendo el camino espiritual desde el escepticismo. Una ejecutiva acelerada que se agarra al yoga como a un clavo ardiendo, en un momento en el que todo le va mal.
A partir de ahí, el personaje fue saliendo solo, como suele suceder en la escritura. A medida que iban sucediéndose los acontecimientos, la fui descubriendo yo mismo.
- ¿Cree que es bueno o malo sacar "el pasado" a la luz? ¿Sirve de algo gritar a los cuatro vientos la verdad?
Creo que no se pueden afirmar cosas de este tipo en general. Depende del contexto y la situación. Las grandes decisiones hay que tomarlas con criterio y sosiego. Pero si estamos hablando de injusticias, de crímenes, de tropelías o abusos ocultadas por los poderosos, a expensas de los débiles, es casi seguro que sí. Dicho esto, quien airea esas verdades a menudo deberá arriesgar algo, a veces incluso la vida, solo por el hecho de hacerlo.
- ¿Si algún mafioso siciliano lee tu libro? ¿Qué le diría?
Cuando alguno lo lea y me comente, te lo digo. Aunque sospecho que probablemente le guste menos que Il Padrino.
- Sonido, frase y canción/bso: Que defina al libro
Una persona real que me inspiró parte del personaje de Vanni es el prodigio siciliano del saxofón de jazz Francesco Cafiso, que ya con 13 años se fue de gira con Wynton Marsalis. Su disco "La Banda" podría ser una buena banda sonora.
Si tuviera que resumir el libro en una frase: "Quien se conoce a sí mismo en profundidad, se vuelve más poderoso que cualquier capo de Cosa Nostra".
- ¿Quisiera añadir algo más a esta entrevista o decir algo a los seguidores de la web?
Si vais a Sicilia, no dejéis de probar la briosce con gelato. ¡Con atención plena!
-Agradecimientos al autor y a Carmen G.Trevijano
Comentarios
Publicar un comentario
La nueva politica de privacidad donde encontrarás información acerca de comentarios, entradas...https://blog.paseandoamisscultura.com/2010/09/Contactme.html