Desde siempre me ha apasionado la literatura romántica, sumergirme en un buen romance con una taza de té y el aroma de una vela, ya sea leyendo o escribiendo. Durante un tiempo no me atreví a escribir, así que ha estado años imaginando historias en mi cabeza que están deseando salir. Ahora todas quieren tener su oportunidad por conquistar los corazones de los lectores.Dentro del género, tengo debilidad por el romance histórico y la comedia romántica, y mis clichés favoritos son el enemies to lovers y proximidad forzada, como seguro habéis notado en mis novelas.
- Siempre te ha apasionado la literatura romántica y tienes debilidad por el romance histórico ¿Qué ¿autora no puede faltar en tus estanterías? ¿Con qué libro descubriste este género?
Sí, siempre me ha encantado la literatura romántica, en todas sus variantes, desde una rom-com hasta un romantasy. Todo lo que sea romance es mi debilidad.
El romance histórico tiene un lugar especial en mi corazón, transportarme a otra época que aunque con normas rígidas y estrictas tiene su encanto de un modo especial. Caballeros, damas, bailes, duelos, matrimonios concertados, todo aquello que ahora parece tan lejano, pero que a través de letras podemos imaginar, ver y sentir.
Hay muchas autoras que no pueden faltar en mi estantería, centrándonos en el romance histórico mis tres imprescindibles son Jane Austen, por supuesto, Lisa Kleypas y Jana Westwood. (La ternura que he encontrado en los libros de Westwood es muy difícil de encontrar).
No sé qué libro me descubrió el género, la memoria nunca ha sido mi punto fuerte.
- Un remplazo para Blackwood ¿era una historia que te rondaba por la mente desde hace mucho tiempo? ¿Cuál fue la primera imagen que se te vino a la mente? ¿Cuál ha sido tu mayor reto a la hora de escribirla?
No, un remplazo para Blackwood surgió como una chispa y prendió tan rápido que no ha estado demasiado tiempo en mi cabeza. Tengo que confesar que no es el primer libro que he escrito, pero sí es el primero que ha salido al mundo.
La primera imagen que vi fue la de Elizabeth y Edward enfrentados, un enfrentamiento cargado de tensión, secretos y atracción.
Como dato curioso: no me di cuenta de que los dos nombres de los protagonistas empezaban por la misma letra hasta la mitad de la novela.
Mi mayor reto ha sido no revelar nada, o lo mínimo sobre lo que vendrá después. Un remplazo para Blackwood es el primero de la serie Blackwood.
- Es una novela con un toque de misterio, pues hay una desaparición entre sus páginas. A la hora de pensar en esta trama ¿cómo lo planteaste? (dónde te gustaría perderte tu misma, lo que te pedía la historia en ese momento, etc). Si, como lectora te tuvieses que esconder en una novela ¿Cuál eligirías?
La trama de la desaparición a pesar de que no es un misterio a resolver en la novela, sí que tiene relevancia en cómo se desarrolla la relación de los protagonistas. Elizabeth tiene muchas teorías de donde podrías estar su hermana, las misma que rondaban en mi mente mientras escribía, pues fue casi el final cuando resolví el misterio, en realidad no lo hice yo sino la misma historia.
Esa es una pregunta complicada, mi primera respuesta sería Harry Potter, esa saga de mi infancia que con solo recordarla me saca una sonrisa, pero siendo bruja, claro. En el caso de no ser bruja, me escondería en la tierra de los primeros besos.
- ¿Hubo algún personaje de la novela que al principio no te convencía mucho? ¿Cuál es ese personaje que empezó siendo un secundario para pasar a tener algo más de protagonismo?
No, pero la idea inicial cuando empecé a escribir era contar la historia de las hermanas Philip: Elizabeth y Alice, pero aparecieron las hermanas de Blackwood y me conquistaron tanto el corazón que no podía no contar sus historias.
La historia sucede en varios lugares y los secundarios van cambiando. Las únicas que adquiere un protagonismo mayor, son las gemelas Blackwood, pero tienen ese protagonismo desde que aparecen por primera vez.
- ¿Qué has descubierto de ti misma dando forma al personaje de Elizabeth? ¿Cómo describirías a Edward Blackwood con un adjetivo y una canción.
Creo que no he descubierto nada, sin embargo cuando escribía las escenas en las que estaba embarazada, pude comprender mejor a mi pareja.
Me cuesta mucho escoger un solo adjetivo, pero diré ardiente. Es capaz de encender a Elizabeth como una cerilla en más de un sentido, así como de calentar su corazoncito cuando lo necesita.
Daylight de David Kushner, me da muchas vibras de Blackwood.
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