- En Mosquitos en invierno tenemos a tres personajes que en un primer momento parecen no tener muchas ganas de verse, poco tiempo, pero es el personaje de Ana (Raquel Ventosa) la que sabe que tecla tocar para reunirse junto con Sara y Leo (Silvia Vacas y Sergio Pozo).
¿Por qué nos solemos poner excusas?
Muchas veces por pereza, porque nos apetece estar refugiados en el sofá pensando en nuestras mierdas (¿se puede decir mierdas?), dándole más importancia de la que tiene y sabemos que si quedamos con “esas piezas que completan nuestro puzle”, se nos van a quitar las tonterías… o quizás terminemos haciéndole frente a esas cosas que nos pesan.
- Me ha fascinado la forma en la que la historia se cuenta. Por un lado tenemos a Sara, Leo y Ana como una familia, un sólo ser. Por otro lado, cada personaje se enfrentará a sus miedos solos y desnudándose frente al público, en un “cara a cara”.Para ser sinceros con los demás ¿crees que hay que empezar por uno mismo? (por eso has hecho que los protagonistas se sinceren ante desconocidos, a solas) ¿Cuál es el miedo que más te ha costado darle forma? ¿por qué?
En todas mis obras hay monólogos de los personajes que ocupan gran parte de la historia y vienen de la fascinación que tengo por la gente que habla sola por la calle. ¿No te pasa? Creo que en mayor o menor medida, todos hablamos con nosotros mismos. Estos monólogos representan eso, las autoconversaciones que tenemos con nosotros mismos, lo del público es circunstancial. Y sí, si no somos sinceros con nosotros mismos, no podemos ser sinceros con los demás. Nosotros somos esa barrera, si no asumimos la verdad, no podemos transmitirla a los demás.
En cuanto al miedo que más me ha costado darle forma, fue el miedo a la maternidad, es algo que no he vivido. Para escribir, por suerte o por desgracia me uso mucho. El personaje de Leo cuenta mi divorcio, el de Ana, en gran parte, el fracaso profesional, la destrucción de los sueños profesionales. Pero el de Sara me dio mucho miedo porque no lo había vivido. Por suerte, tengo muchas amigas que han sido madres en los últimos años y el primer confinamiento dio para hacer muchas videollamadas para que me contaran sus experiencias. Y por locas que parezcan, la gran mayoría de las que se cuentan, son verdad. Bueno, lo de las cámaras del CNI, no, claro está.
- Otra de las cosas que me ha gustado mucho es la escenografía de la obra.En el centro del escenario tenemos un cuadrado de tiras plateadas que para cada personaje significa ese lugar en el que explotar, ese sitio en el que refugiarse, ese momento perfecto con tus amigos…
¿Tenías pensado como iba a ser la escenografía del espectáculo? ¿Le querías dar algún simbolismo o algún significado?
La escenografía también es mía y tenía claro desde el primer momento que quería que esas cortinas de tiras plateadas fuesen las protagonistas de la escenografía. Son muy difíciles de manejar, se enredan con facilidad, se rompen… vamos, como la vida, como nuestros tres personajes. Y bueno… es que quedan muy bonitas, ¿no?
- Mosquitos en invierno es una obra de momentos y de situaciones metafóricas.
Tenemos un nacimiento, pero al mismo tiempo de una tristeza camuflada. Leo subiendo a esa montaña para no enfrentarse a lo inevitable e intentando agarrarse a lo que sea. Tenemos una visibilidad en redes, pero un miedo tremendo...¿Cómo has unido estos conceptos y más? (de manera en la que unas ideas no eclipsen a otras).
La estructura de la obra creo que ayuda a que los temas no se eclipsen unos con otros. A la hora de escribir, me ayuda ese tipo de estructura, y, aunque las conversaciones sean un poco caóticas, con entrada, salidas y recuperación de temas (como cualquier conversación con los amigos de verdad), los bloques temáticos creo que si están muy definidos con los monólogos. Además, creo que son temas muy universales y que todos nos podemos sentir identificados, en mayor o menor medida, a ciertas edades: el desamor, el no saber romper una relación, la maternidad, el fracaso laboral, lo miedo a lo desconocido o la muerte. Bueno… igual ahora me doy cuenta de que he metido muchos temas en una misma historia, pero oye, si dices que no se eclipsan… me parece maravilloso.
- La obra tiene su propia banda sonora ¿cómo la elegiste? ¿Por qué esas canciones y no otras?
No me gustan nada los musicales (creo que el único que me gusta es “8 mujeres” de François Ozon, el musical mas anodino de la historia), pero como dice Leo “después de Tailandia vinieron días tristes y me pasó algo curioso, empecé a escuchar canciones del pasado… que parecían que venían a rescatarme”. Esas canciones se quedaron conmigo en el primer confinamiento y ayudaron mucho a construir la historia. También son pequeños homenajes a personas que quiero.
- Esta obra la has escrito, dirigido y producido. ¿Fue fácil o unir todas estas profesiones? ¿Hay alguna que se impone a la otra?
Sin texto no se podría hacer nada más. El momento de la escritura lo disfruté muchísimo. Llevaba mucho tiempo que no escribía y terminar el texto de mosquitos fue muy importante para mi. Dirigir también lo disfruto muchísimo y ha sido maravilloso con este elenco. También llevaba mucho tiempo sin hacerlo y los miedos asaltan. Me he encontrado con cuatro bestias del escenario (el personaje de Sara, por agenda de Silvia lo hace en alguna ocasión Ana Merchante) que han sido un reto maravilloso, se han entregado de una forma muy generosa y han dado muchísimo de ellos para terminar de crear al personaje.
Lo de la producción… ¿Algún productor que esté leyendo esta entrevista y que quiera producir Mosquitos en invierno? Con esto es lo que más sufro, Lo económico, el mover la obra… Llevaba muchos años sin hacer teatro y me lo he encontrado muy raro. Cuesta mucho traer a público, promocionar la obra, cuantas entradas hemos vendido. Todo eso es lo que más me estresa de todo esto.
- Si mosquitos en invierno fuese una fotografía ¿Cuál sería para ti? ¿por qué?
Hay muchas en mi carrete del móvil que representarían parte de la obra. Una en Phi Phi después de escalar hasta el Lagoo, una con mis amigas del pueblo, un día de campo, rodeado de niños días antes de la pandemia, una de enero de 2020 en una discoteca con Javi y Lidia en un espejo de un baño, con Isa en las últimas vacaciones en Galicia, una con Valladolid en una playa… Pero si me tengo que quedar con una, sería una de mi espalda llena de picadura de mosquitos de los últimos días en Tailandia.
- ¿Cuál es esa pregunta que te hiciste al empezar a escribir la obra y que te respondiste al ver un ensayo o al verla en el estreno?
¿Sanará? Y sí, sanó al ver “Mosquitos en invierno”
Sara y Ana organizan una despedida de casado en Torremolinos para su amigo Leo, su marido lo ha dejado durante un viaje a Tailandia, a 18.400 km de su casa.Pero este fin de semana en Torremolinos, además de ser un fin de semana lleno de playa, spas, alcohol, purpurina y karaokes, es el reencuentro de tres amigos que llevan más de cuatro años sin verse, sin estar juntos, sin disfrutarse y que la vida los ha hecho adultos a base de hostias.Mosquitos en invierno es un viaje Torremolinos. Un viaje al interior de Sara, Ana y Leo.
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