Una mañana, temprano, Rob comienza a caminar sin rumbo fijo a través del bosque, cuando de repente se encuentra con un imponente tigre encerrado en una jaula. Pero esta no es la única sorpresa extraordinaria que le depara a Rob ese día. También conoce a Sixtina Bailey, una chica que acaba de llegar a la escuela, y que muestra sus sentimientos con la misma facilidad con la que Rob se esfuerza en ocultarlos. A medida que ambos aprenden a confiar el uno en el otro, y en última instancia, a ser verdaderos amigos, Rob y Sixtina comprobarán que algunas cosas, como los recuerdos, el valor y los tigres, no pueden ser encerrados para siempre.
La rebelión del tigre es una novela middle grade que nos cuenta la historia de dos niños que están un poquito rotos y un tigre. A priori parecen ingredientes que no combinan en una misma historia y sospecho que, de esta novela, cada lector puede sacar un sentido diferente.
Por un lado tenemos a Rob, un niño de doce años que vive en
un motel con su padre. Su madre murió de cáncer poco tiempo atrás y, desde
entonces, los sentimientos de Rob han quedado encerrados en una maleta que día
tras días se esfuerza por mantener bien cerrada, para que ni la tristeza, ni
mucho menos las lágrimas, se escapen de ella. Además, la relación con su padre
es distante y bastante fría, en el colegio sufre bullying y sus piernas padecen
una extraña enfermedad de la que nadie parece encontrar la causa. El único
desahogo que le queda a Rob es la madera: tallar, darle formas inesperadas, contar
con sus esculturas lo que no puede decir con la voz.
Hasta el día en el que, en uno de sus paseos por el bosque
que rodea el motel, se topa con un enorme tigre encerrado en una jaula.
Y ese día, también conoce a Sixtina.
Sixtina es la niña nueva del colegio. Ataviada con pomposos
vestidos, parece siempre dispuesta a decir en voz alta cada una de las cosas
que pasan por su cabeza y a sacar los puños para defenderse de las burlas.
Sixtina ha llegado tras la separación de sus padres y está convencida de que
pronto su padre irá a buscarla para llevársela de allí.
Estos dos niños, tan distintos entre sí, pero con fondos tan
similares, se sumergirán en un ardiente debate sobre qué deben hacer con el
tigre, mientras aprenden que hay cosas que no pueden permanecer encerradas para
siempre, que llorar es humano, que a veces sienta bien compartir los sentimientos
con otras personas, que la justicia muchas veces no es justa… para, al final,
descubrir lo que significa la amistad de verdad.
Como digo, la figura del tigre (para mí) ha sido una especie
de metáfora de lo que cada uno de los personajes siente dentro y su «rebelión»,
el desencadenante para que cada uno de ellos, de algún modo, despertase de su
letargo y abriera los ojos al mundo de alrededor.
He de decir que mi personaje preferido ha sido Willie May,
una trabajadora del motel con un fondo maravilloso, que es quien les habla a
los niños sobre justicia, quien les sirve de apoyo y quien, sobre todo, les
dice las verdades tal y como son. Un personaje con muchísima fuerza, al que me
hubiera gustado poder conocer un poco más.
Nunca antes había leído a Kate DiCamillo. Lo único que conocía de ella era la historia de Flora
y Ulises, aunque a través de la película (preciosa) que han estrenado
hace poquito en Disney Plus. Así que ha sido una sorpresa muy agradable encontrarme
con una escritura tan delicada, con un ambiente tan místico y con unos
personajes tan complejos. Ha sido una lectura que me ha recordado un poco a la
sensibilidad de Un puente hacia Terabithia, que es una de mis novelas
imprescindibles.
No conocía esta novela. No creo que me anime en esta ocasión, aunque no pinta mal.
ResponderEliminarBesotes!!!
Maravilloso libro!
ResponderEliminarGracias Ines Díaz por tu comentario, me animó a leerlo.