Esta es la historia de una chica cuya mente diabólica le ha permitido llegar a lo más alto. Pero, ¿cuántas veces se puede renacer de las cenizas?
Imogen es una fugitiva huérfana, heredera de una fortuna, además de una cocinera y una tramposa.
Jule es una luchadora, una persona camaleónica y una atleta.
Una amistad intensa. Una desaparición. Un asesinato, o quizás dos.
Una historia de desamor, o quizás tres.
Sangre y chocolate.
Superhéroes, espías y villanos.
Una chica que se niega a darle a la gente lo que quiere de ella.
Una chica que se niega a ser quien fue.
No sabéis cómo me duele hacer
este tipo de reseñas. Tenía muchísimas ganas de leer Todo es mentira. Tenía
una pintaza increíble, tanto la portada como la sinopsis. Pensaba que lo iba a
disfrutar una barbaridad. Pero, tristemente, al final ha sido un poco
decepción. Se ha quedado en un libro más del montón, entretenido y ya está. Os
cuento lo que me ha parecido, pero, por si cabe duda, recuerdo que esta es solamente mi opinión personal.
Al empezar el libro nos
encontramos con Jule huyendo de alguien, disfrazándose y haciéndose pasar por
su amiga Imogen. A partir de ahí empezamos a tratar de entender por qué y cómo
ha llegado hasta esa situación. Un comienzo maravilloso, que me atrapó y me
dejó deseando devorarlo cuanto antes. Me mantuvo así unos capítulos, pero
después empezó a desinflarse.
La estructura de la novela es muy
original: está escrita al revés. Empezamos por el final, en el capítulo
dieciocho, y vamos avanzando hacia atrás hasta el uno. Era una idea genial para
mantener la intriga del lector, pero me parece que en este caso a E. Lockhart se le ha vuelto en contra. A
medida que iba leyendo, cada vez me parecía más enrevesado todo y a ratos
incluso me costaba seguir la historia; hasta el punto de que no me ha quedado
del todo claro qué fue lo que llevo a Jule a empezar toda esta locura. Además,
este recurso tampoco ha servido para mantener el misterio, porque una vez que
nos presentan a Jule, la historia se vuelve bastante predecible.
La trama en sí no es demasiado
profunda, pues Jule va saltando de un sitio a otro a la vez que también damos
saltos en el tiempo, por lo que es complicadísimo poder desarrollar un
escenario o un contexto concreto.
A favor tiene el modo en el que
escribe la autora, con un estilo directo y ágil. Además, el libro está
estructurado en capítulos que en su interior tienen como otros capitulitos más
pequeños, por lo que la lectura es muy rápida y amena. Está narrado en tercera
persona, por un narrador que está claro que sabe muchísimo más que lo que nos
cuenta.
En definitiva, Todo
es mentira es un libro entretenido, sin más pretensiones, con una
estructura original y un ritmo trepidante. Una de esas lecturas perfectas para
cuando necesitamos un respiro y solo buscamos pasar un rato distraídos con una
lectura ligera.
—Opinión de Inés Díaz Arriero—
¡Hola! Yo me hice mucho lío leyéndolo y la verdad es que no conseguí disfrutarlo demasiado. Entretenido pero poco más. Un besote :)
ResponderEliminarVaya, una pena que no haya cumplido tus expectativas.
ResponderEliminar¡Un saludo!